Disfruto el raro privilegio de que una vez, en Costa Rica, Hebé Bonafini me mentó la madre. El tema de las Madres y abuelas de la Plaza de Mayo, con todas las justificaciones que tengan, ya llueve sobre lo mojado, y su discurso no es más baboso que el jerre que jerre de las momias del socialismo del siglo XXI.
Está bien que Hilda Molina las haya parado en su raya, y mal que vuelvan con el disco rayado del apoyo a la dictadura cubana. La Estela de Carlotto no hizo más que cualquier papagayo del comunismo internacional, tratar de callar a toda costa a los que no piensen como ellos. Es lo que hacen oficialmente con la censura y la represión; Lo que quieren Chávez, Correa, Ortega y sus adláteres. Esta bronca me refrescó aquella mentada de madre, y no dejo de aprovechar la oportunidad, para la Bonafini y sus abuelitas secuaces: " La Rebombiá y el bicicletín de la Tuya".
PD: Informes de un amigo argentino, que me merece la más alta confianza: Los presuntos hijos desaparecidos de Hebé vivien la gran vida en España, bajo otro nombre, claro está.
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Hace 5 meses
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