Desde hace dias se venía viendo la receta de K-Gastrol y Zelayin, que querían administrarle por enema perpétuo a los hondureños. Quizás, el sombrero de Zelaya, al pasar por las caberzas del dueño de las talanqueras y de su hermano, volvió a la testa del presidente hondureño con el valor agregado de una güemba. El caso es que el capricho de la reelección a perpetuidad se convirtió para "Mel" en el título inmortal de Hilarión Cabrisas, "La lágrima infinita."
Ahora Zelaya, en pijamas, dio declaraciones en San José, Costa Rica, donde la casualidad, -o la metafísica-, nos presentó al Nobel de la Paz Oscar Arias con la camisa roja de los chavistas recalcitrantes. Puede ser una payasada por petrodólares, o un amuleto contra el envenenado de Barinas.
Nada, que hay que leer las letras chiquiticas de las recetas: El K-Gastrol tiene muchas contraindicaciones: Puede provocar cagaleras, sudores fríos, despertares con fusil a boca 'e jarro y destierros. Otro consejo: Duerme con sombrero, pero no el que haya pasado por la cabeza del Camajandante, porque ese viene "emboriao".
The week in review with Urgent Agenda’s Bill Katz
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The week in review with Bill Katz, editor of Urgent Agenda. We talk about
the start of Trump and the end of Biden, the hostage deal underway, and
other t...
Hace 14 horas
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