DOCE LEFANTES EN LABANA
Los doce elefantes de José Emilio Fuentes Fonseca (Jeff) vagan por Labana como una manada confundida a la que muchos miran con súbita creatividad: "Coño, si estos bichos son de hierro inflado, lo más posible es que floten. Bárbaro, ni balseos ni camionautas, sino "pirey en elefante."
La nota de Virginia Alberdi Benítez está, como dicen los madrileños, de "chachis-pirulis", un verdadero ejercicio del ninguneo donde el miedo a meter la pata diciendo algo indebido le sale por los poros.
Dice Virginia, muy lejos del estado libre que lleva su nombre, que los paquidermos tienen un hábito "traslaticio", es decir, que los elefantes son "trasláticos", no "trashumantes". Dice la periodista de Gramma, en su nota (no la de escribir, sino la otra), que los doce elefantes (¿tribus de Israel? ¿Apóstoles? ¿Signos Astrológicos? Nada de eso, sino definitivamente los llegados en el yate Gramma) buscan "multiplicar sus contactos con la población. "
La primera de las dos razones que esta pichona riflexionante esgrime para explicar la presencia ubícua de los elefantes de Jeff por toda Labana, es, nada menos que "la natural tendencia del ser humano a construir discursos simbólicos a partir de un hecho estético determinado". !...ñó..!, Se le secó el moropo, toda una tesis de estética si no fuera un insulso trabalenguas al estilo del periodista caricaturizado por el humorista Yoel Sánchez, cuyo video incluimos en este post:
La segunda razón de Virginia para las especulaciones sobre los elefantes, es que se deba "a la enfebrecida malevolencia de quienes buscan a toda costa la quinta pata del elefante." Primero, los que buscan en Cuba "a toda costa", prefieren la costa de Miami, vamos a estar claros. Segundo, qué culpa tienen los pobres elefantes, por longevos, pesados y rudimentarios, de parecerse a ls longevos, pesados y rudimentarios dirigentes de la revolución, comenzando por el elefante en jefe. En este caso, como en los chistes de doble sentido, el que tiene sucia la mente es el comandante, no el que hace el elefante.
La "enfebrecida malevolencia" musitada por la virginal periodista alude a lo mejor a la de los que gritaron que quieren libertad de expresión y denunciaron la censura oficial, aprovechándose, no de un minuto de silencio, sino de uno de expresión en la instalación de Tania Bruguera en la última Bienal de Arte de Labana, de la que, precisamente, son parte los elefantes de Jeff.
Además, el título que da esta parrafera de Gramma a su nota es harto interesante, pues habla de "Los elefantes que "migran" por la ciudad." ¿Migran? Migran a Labana los orientales, y después los deportan, como si fueran mexicanos indocumentados en la Yuma.
Por demás, Virginia, no comas más de lo que pica el pollo, lo que quiere la gente en Cuba no es la quinta pata del elefante, sino el ejercio pleno de la libertad, que para cada cubano es un hecho natural que les fue secuestrado de un dia para otro por los que hoy piensan con represivo temor que esos elefantes no sean otra cosa que un retrato de su propia desproporcionada y ominosa presencia, para desdicha de nuestro país.
La gente en Cuba no quiere, Virginia, que los elefantes anden en petrificada pandilla, de un lado para otro de Labana; lo que quieren es que los elefantes, no estos, sino los de hueso y pellejo, !Se vayan de una vez por todas al mismísimo carajo!
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Hace 5 meses
1 comentario:
Excelente ;-)
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