sábado, 18 de abril de 2009

DE MATANZAS ME HAN DADO UN RECADO...

El grupo de Chávez, los Hnos. Castro, Evo,Ortega, Lula da Silva y sus etcéteras, Michelle Bachelet y Cristina de Kirchner, han llegado a una conclusión beisbolera con el presidente estadounidense, Barack Obama. Al decir beisbolera, me refiero a la pelota de barrio, el "pitén" o "novena" de nuestra infancia: Le hacen creer a Obama que ya está aceptado en el equipo, pero sólo porque este, como el clásico chiquito pudiente en el barrio pobre, "es dueño del guante, la pelota y el bate."

De hecho, Chávez estrechó la mano que Obama, -fiel creyente en el arrepentimiento súbito-, le lanzó sin guante en la Cumbre de las Américas. Y Chávez le dijo, "quiero ser tu amigo." En cuanto a Cuba, todos le hicieron coro para que la deje jugar en su novena, pero eso sí, que no le exija nada de cambios democráticos, libre expresión ni nada de esas cosas que el "imperio" exije a los países "libres" que no se sucriben a tales majaderías.

Yo veo a Obama tan complacido en su ego infantil de dejar sin estrías a la fama, que ni siquiera va a esperar por lo que él mismo llamó hace pocos dias, "una señal de Cuba", que pudiera ser, lo mismo un silbidito de Pepe Grillo que un guiño de la China, pero no el país oriental, sino la China-más-cerca, heredera del trono de Fidel por decreto.

En realidad, Raúl habló de lo que podía darle a Obama para darle por donde es; es decir, mandar una caterva de presos políticos y sus familias para EEUU., a cambio de los cinco héroes inmortales, presos por espías en Estados Unidos. Después, debatir con Barack lo de la libre expresión y los derechos humanos, términos en los que, naturalmente, el régimen de La Habana se considera campeón indiscutido.

Poco a poco, y sin vaselina, quieren que Obama no solo deje entrar a Cuba en la novena, sino además, que le regale bate, pelota y guante, sin exigirle ni siquiera un "roletazo" por encima de segunda. Esto me recuerda lo que me dijo una vez un político costarricense, que se refirió a los "americanos" con el más común de los epítetos: "Son unos hijos de puta"; y como le pregunté enseguida por qué si los consideral tales, siempre andan pidiéndole dinero. "Ah, porque también son comemierdas", me ripostó.

Al fin y al cabo, con librito regalado y todo, ni Chávez ni Ortega piensan firmar la declaración de la cumbre. En cuanto a Cristina, primero quiere saber el tamaño del "trole" de Obama, mientras la presidenta chilena dice que ella lo que quiere es diálogo de Michelle a Michelle, tete a tete.

No hay comentarios: