DERROTERO DE ARMANDO HART DAVALOS: POLITOLOGO EN DESGRACIA

Penúltimos Dias ha publicado una nota sobre Armando Hart Dávalos:

La Habana, Cuba/NTX.- Los politólogos Armando Hart Dávalos (Cuba), Pablo González Casanova (México) y August Nimtz (Estados Unidos) participarán en la "Conferencia Juárez-Martí-Lincoln", los días 18 y 19 de mayo próximos, en la ciudad de Monterrey, Nuevo León.

Hart Dávalos, presidente de la Oficina del Programa Martiano de Cuba, ex ministro de Cultura y Educación y uno de los históricos de la Revolución Cubana, presentará el tema "La cultura como motor del desarrollo de la economía".

Nuestro comentario:

Cuasi defenestrado, viudo de la histórica suicida Haydee Santamaría (Yeyé, para sus íntimas) y padre de Celia y Abel, muertos en un equívoco accidente automovilstico en La Habana, 2008, Hart sigue aferrado a su cartelito de "politólogo", aunque en realidad ha ido descendiendo en las preferencias del Camajandante Contracandela por haber incursionado en peligroso revisionismo anti-estalinista, sobre todo desde que publicara un panfleto denunciando, nada menos que el "estalinismo y sus prácticas", aunque siguiendo el manual de estilo oficial del régimen castrista, es decir, con una defensa implícita de las ideas de Marx, Lenin, Fidel Castro y...-!Que fula, acere!-, Leon Trotski.

El detalle histórico es que Armando Hart, -por entonces ministro de cultura-, dio a leer a su hija Celia la biografía en tres tomos de Leon Trotski, de Isaac Deutscher , casualmente los mismos ejemplares que Yayita Restano, la hermana de Indamiro y cercana colaboradora y amiga de Yeyé Santamaría, años antes me hiciera llegar en préstamo por una quincena de apasionada lectura, a cambio de sendas tiradas de tarot a la entonces directora de la Casa de las Américas y a su secretaria, Marcia Leyseca, aquel imperio de tiránica belleza que todavía estaba casada con Lisandro Otero y luego se fue pa'l monte con Osmani Cienfuegos, castigado en la Sierra de los Organos, Pinar del Río.

La lectura de la biografía de Trotski por entregas, renegada entonces por mi pintoresco amigo Trotskista, Walterio Carbonell, que consideraba a Deutscher "un comemierda", me pareció entonces más metafísica que histórica, sobre todo por la misteriosa noche en que tuve que dormir en el aeropuerto internacional de Rancho Boyeros, esperando un vuelo de aeroflot para un fotorreportaje que me iba a comprar la Revista Cuba, y procedente de México me crucé en la madrugada con un misterioso personaje cn escala técnica en La Habana, rumbo a Moscú, y que resultó ser nada menos que el "alias Jackson", el Ramón Mercader que mató a Trotski con una picoleta de alpinista, y al cual luego eternizó Guillermo Cabrera Infante en su capítulo "Los hachacitos de rosa", de la novela Tres Tristes Tigres. Mercader había cumplido su condena de prisión en México y lo acogía, por supuesto, su Madre Patria.

Fue el caso que Celia Hart, -cuyo nombre alude, por supuesto, a Celia Sánchez Masnduley (1920-1980), la ayudante personal y Babalao del Camajandate Contracandela-, leyó también la trilogía de Leon Dadidovicht (sin relación alguna con el personaje Pedro Guash Palanganovich, de La Taberna de Pedro) y quedó convertida en una rotunda trotskista, que trató inmediatamente de evangelizar a todo el resto de los viejos comunistas cubanos, Buró Político incluido, y que por tanto, comenzó a caerle mal al "dueño de los caballitos", o sea, "el que paga la música y manda en el baile" en Cuba.

A diferencia de otras influencias paternas, parece que Celia Hart (médico y escritora, 1963-2008), fue la que metió al tal Trotski en la politología del viejo Hart Dávalos, y de ahi el vínculo de la familia Hart con los editores de la publicación "Resistencia Socialista", de la ex-Alemania Comunista, asi como del panfleto español "El Militante", donde publicaba periódicamente Celia Hart, quien consideraba sin tapujos al "actual socialismo como una sociedad en decadencia y sin futuro", mientras defendía a capa y espada el legado de Leon D. Trotski.

Siguiendo el hilo fatalista de la muerte del propio Trotski y del suicidio de Yeyé tras una histérica misiva de desilusión enviada al Camajandante, precisamente el 26 de julio de 1980, los hijos de Armando Hart Dávalos, inevitablemente Celia y Abel, murieron trágicamente en un accidente automovilístico en La Habana el dia 7 de septiembre del 2008.

El que sigue es un fragmento de unos comentarios de Alan Woods, de la Fundación Frederick Engels, sobre Celia Hart Dávalos, a tenor de su muerte:

Hablando sobre ese periodo de su vida, Celia me dijo:

"En el 2004 se suponía que yo terminara mi doctorado en Medicina, pero yo estaba dando los toqaues finales a un trabajo de filosofía y como parte de mi doctorado, me di cuenta de que mi amor por la medicina no era un fin en si mismo, sino un medio hacia un fin."

"Durante mi estancia en la República Democrática Alemana, me di cuenta de que hay una contradicción entre la inevitabilidad del socialismo para luchar por un mundo mejor, por un lado; y la democracia, la asfixia de toda iniciativa y la apatía que encuentro en ese país, por el otro lado, a pesar de las buenas condiciones de vida. Me repugnan las excesivas imágenes de (Erick) Honneker que veo en todos los escaparates de las tiendas."

"De esa manera", -dice Woods en su comentario-, "lenta, pero seguramente, el terreno se iba preparando para la transición de Celia (Hart) hacia el trotskismo, que ella describió con las siguientes palabras:

"En el 1985 regresé a Cuba para las celebraciones y le confesé a mi padre mis sentimientos de desesperación. Como respuesta, mi padre abrió un estante y me dio cuatro libros, tres de una biografía de Trotski por Isaac Deutscher, y el tomo de "La Revolución Traicionada", escrita por el mismo Trotski. Devoré esos libros, pero hasta hace muy pocos meses, no tuve oportunidad de leer el resto de los trabajos de Trotski."

"Desde ese momento, todo empezó a caer en su sitio como las piezas de un rompecabezas. Asi entendí coimo la revolución rusa, -y no solo la revolución rusa-, sino millones de camaradas habían sido traicionados."